El coronavirus. La humanidad en una encrucijada

Cómo se está reorganizando el mundo a la sombra de la crisis

01.05.2020

El Covid-19 es mucho más que un problema médico. La crisis del Coronavirus marca el fin del viejo orden mundial y el comienzo de una nueva era de la humanidad. Los sistemas sociales se están reajustando, se redefinen sus valores. Pero mientras el conocido diplomático estadounidense Henry Kissinger, propone al gobierno de los Estados Unidos que se coloque en la mejor posición de partida posible para la "nueva época",[1] Europa mira hipnotizada al virus, dormida ante los eventos profundos que se esconden tras los acontecimientos externos, a favor de la silenciosa toma de poder por parte de una nueva ideología transhumanista.

El final de la Segunda Guerra Mundial fue el comienzo de un nuevo orden planetario. Nació la economía de mercado neoliberal, los EE.UU. asumieron su papel de "policía mundial" y la "Guerra Fría" se convirtió en el marco ideológico de la política global. Bajo el lema "No más guerras", muchos Estados anclaron en gran medida los derechos humanos en sus constituciones. Nació una Europa Unida. Y nació una compañía que, como ninguna otra, dio forma a los últimos 40 años de esta era: Microsoft. Hoy en día, Bill Gates es considerado el actor más importante en la industria de las vacunas. La semana pasada llamó al coronavirus la "Pandemia I" y proclamó el comienzo de una nueva era para la humanidad. En las "Gates Notes" explica: "Melinda y yo crecimos sabiendo que la Segunda Guerra Mundial fue el momento decisivo para la generación de nuestros padres. Del mismo modo, la pandemia del Covid - la primera pandemia en tiempos modernos - definirá la era actual."[2] ¿Bill Gates tiene razón? ¿La crisis del coronavirus es tan decisiva para el futuro como lo fue la Segunda Guerra Mundial para el pasado? Y si es así, ¿qué orden mundial está emergiendo ahora? ¿qué ideología determinará la política mundial? ¿cuáles serán los valores guía? Sigue una pesquisa  a los acontecimientos precipitados de los últimos meses.

1. Daños colaterales

Muchos gobiernos han tomado medidas drásticas para combatir el coronavirus. Se han suspendido derechos básicos, se ha prohibido el contacto, se han cerrado los negocios. Como resultado, el Fondo Monetario Internacional prevé la "mayor crisis económica en 90 años", otros hablan del "colapso de la economía mundial" y del "colapso de los sistemas sociales"[3]. Como resultado, el continente africano se enfrenta a una catástrofe de hambruna sin precedentes. 820 millones de personas ya están muriendo de hambre actualmente. Las organizaciones humanitarias intentan desesperadamente hacer comprender, por qué como consecuencia de las regulaciones europeas morirán muchas más personas que por el virus mismo [4]. La situación en algunos países asiáticos, como Bangladesh, también es dramática. "Se estima que más de 10 millones de personas dependen de los ingresos de las mujeres que trabajan en las máquinas de coser. Trabajan para todas las grandes marcas de moda, desde C&A a H&M, Gap o Zara. La costura representa casi el 90% de los ingresos de exportación de Bangladesh. Pero si, según el Fondo Monetario Internacional, el comercio mundial se reduce en un 14% con respecto a las expectativas del año pasado, [...] millones de costureras en Asia se verán directamente afectadas: ya no tienen dinero para comprar comida para sus hijos... La dependencia de Bangladesh es la peor, pero los países circundantes también están sufriendo."[5] Con un salario mensual medio de 85 euros, el aislamiento de la economía europea es una sentencia de muerte. "La producción de casi 900 millones de prendas de vestir, con un valor total de casi 3 mil millones de dólares, fue cancelada a finales de marzo. Más de un millón de mujeres trabajadoras han perdido su empleo.” [6].

Pero todavía no se sabe si en los países ricos, el número de las personas salvadas por las medidas tomadas frente al coronavirus, será más alto que el de las personas que morirán a causa de las consecuencias de las mismas medidas. La subordinación de toda la vida económica, jurídica y cultural al suministro óptimo de respiradores para los grupos de riesgo, ignora el hecho de que todos los sistemas sociales como tales son "medidas para salvar vidas" y, por consiguiente, en caso de ser perjudicados, causan enfermedad y muerte en muchas otras esferas, que sin embargo actualmente quedan fuera de consideración porque la mirada se centra solo en el coronavirus.

El director del hospital de Hamburgo, Stefan Blankenberg, informa: "Muchos pacientes han cancelado operaciones urgentes. Vemos que cada vez menos pacientes vienen con ataques cardíacos o accidentes cerebrovasculares... Los pacientes ya nos han llamado para cancelar sus citas para operaciones, porque tienen miedo de infectarse con el coronavirus... Las consecuencias médicas son dramáticas, aunque no me gusta usar esta palabra. Pero el 25% de los pacientes infartados que no vienen a la clínica mueren en casa. El 75% restante simplemente corre el riesgo de limitar la función de su corazón... Y sabemos que el riesgo de morir de insuficiencia cardiovascular debido a intervenciones retrasadas, es al menos tan alto como el riesgo de la propia enfermedad del Covid-19." [7] Casi todos los hospitales de Europa y los Estados Unidos están informando actualmente de resultados similares,[8] pero esto es sólo una pequeña parte del problema. Nadie puede prever actualmente, lo que en última instancia serán las consecuencias de la prohibición de los grupos de autoayuda para los drogadictos, el aislamiento de los enfermos con demencia grave, o la ruina económica de muchas personas.

2. Técnicas de propaganda de los medios públicos

Al mismo tiempo, tanto la peligrosidad del virus como la eficacia de las medidas tomadas parecen más que cuestionables a la vista de los hechos que se van aclarando poco a poco. Pero un discurso público es todavía prácticamente imposible. La prensa ha logrado, mejor que nunca, asociar opiniones disidentes con noticias falsas, con teorías de conspiración o incluso con el radicalismo de derecha, e imponer a la sociedad una visión túnel, al final de la cual parpadean las espantosas imágenes de pacientes conectados a respiradores. Los medios de comunicación equipararon los conceptos de "ha dado positivo" y "está infectado" y calcularon con este pensamiento cortocircuitado, inadmisible en virología, una "tasa de mortalidad" imaginaria. Las primeras indicaciones de los expertos, como las del renombrado epidemiólogo y profesor de Stanford, John Ioannidis, sobre los errores aritméticos y la falta de base científica para las regulaciones de coronavirus fueron silenciadas o ridiculizadas [9].

Los métodos son conocidos para cualquiera que se halle mínimamente familiarizado, con las técnicas de propaganda en el marco de las ciencias históricas, en las políticas de medios de comunicación. En la actualidad, la "información" de las empresas públicas de radiodifusión ofrece ejemplos especialmente impresionantes de técnicas de propaganda hábilmente aplicadas. Por ejemplo, el servicio de noticias "ARD-Faktenfinder" lamenta: "El multimillonario Bill Gates se ha convertido en chivo expiatorio global durante la pandemia" - y describe el trabajo de cabildeo del gigante de la tecnología de la siguiente manera: "Una y otra vez Gates se sentó junto a la Canciller Angela Merkel en los últimos años, hizo campaña en la oficina de la Canciller para que se hicieran mayores esfuerzos en este área. De modo confidencial, Gates mencionó una vez que, apenas conocía a nadie en la política que estuviera tan comprometida con este tema como la científica Merkel. La Oficina de Cancillería comentó que: “el aprecio era mutuo". [10] Sin embargo, el mismo servicio de noticias comenta que la confianza del gigante de software con la Canciller está siendo ahora interpretada de forma negativa por los "activistas de la derecha": "Pero el compromiso y las advertencias del ex director de Microsoft están siendo interpretados como un plan pérfido suyo: Gates quiere gobernar el mundo, vigilar a todos, o incluso está detrás de la pandemia para vender vacunas - éstas son sólo algunas de las afirmaciones que están circulando. La mayoría de estas leyendas se originan en los EE.UU. - difundidas por activistas de la derecha, por medios de comunicación y redes como "QAnon" - y ahora también se están difundiendo en Alemania. La AfD, por ejemplo, advierte contra la "vigilancia de coronavirus"...[11]

Sin embargo, este truco es bien conocido y fácil de entender para el experto. Nadie afirma que no haya burdas teorías de conspiración o vilipendio por parte de los radicales de derecha. Sin embargo, en vista del despliegue de poder sin precedentes de un solo magnate industrial, esto, en el mejor de los casos, sólo vale una nota marginal. El problema no es que la ARD se centre en teorías de conspiración de la derecha, sino que está eligiendo la crítica frente al papel de Bill Gates de un modo que, cada vez que las palabras "Bill Gates" y "Coronavirus" aparecen en un contexto crítico, se evoca la asociación de "conspiración".

Las "advertencias" de Bill Gates, que según la ARD son "denigradas" por los conspiradores radicales de derecha, son en realidad un juego de simulación que la Fundación Bill y Melinda Gates llevó a cabo junto con el Foro Económico Mundial y el Centro John Hopkins tres meses antes del brote de la pandemia del coronavirus [12]. En dicha simulación, la propagación de un hipotético virus sigue justo el mismo curso de la posterior pandemia real del coronavirus, provocando las mismas consecuencias económicas y reacciones políticas que estamos experimentando en la actualidad. En lugar de dejar las preguntas sobre este tema en manos de los radicales de derecha, la ARD debería al menos haber hecho público el siguiente pasaje del documento: "Los gobiernos deben cooperar con las empresas tradicionales y de medios sociales para investigar y desarrollar soluciones eficaces para combatir la desinformación. Esto requiere el desarrollo de la capacidad de inundar los medios de comunicación con información rápida, precisa y coherente [...] Las empresas de comunicación, por su parte, deberían dar prioridad a las noticias pertinentes y suprimir las noticias falsas, también mediante el uso de la tecnología." [13]

Hay un método para llevar a la opinión pública en cierta dirección. Quien no se dé cuenta de esto debe haber dormido durante las lecciones de lengua e historia y haber cambiado los estudios de los medios por el consumo de ellos. La forma en que se utilizan conscientemente las técnicas de propaganda, es una cuestión que se tratará con más detalle a continuación.

En cualquier caso, es importante señalar que el Covid-19 es un virus que aún no ha sido explorado y que amenaza la vida. Este es un asunto para la ciencia. Sin embargo, el trabajo científico requiere que las diferentes opiniones se expresen en igualdad de condiciones. En vista de la propagación del virus, es por lo tanto necesario proteger el espacio de debate público de la "opinión oficial", para defender así el terreno independiente de la ciencia contra la influencia política y económica. Es triste que Bill Gates esté amenazado por los radicales de derecha. En la actualidad, sin embargo, cientos de miles de vidas humanas están amenazadas por el coronavirus. Esto requiere reacciones objetivas basadas en el conocimiento científico. Por consiguiente, el primer deber de los medios de comunicación debería ser examinar críticamente los posibles intereses económicos del nuevo "socio" del Gobierno Federal, su influencia en la OMS y en la interpretación del coronavirus. El hecho de que tal actitud esté casi completamente ausente en la actualidad, podría ser un primer indicio del carácter de la "nueva era" que, según Bill Gates, ha empezado con la llamada "Pandemia I".

3. Ataque al sistema de salud

Hace unos años, las cosas eran diferentes. En 2015, el sindicato (alemán) de profesionales de la educación (GEW) señaló que Bill Gates fue el verdadero actor de la puesta en marcha del "Pacto Digital" adoptado por el Gobierno alemán, y advirtió de que éste "influye en el contenido y las condiciones en el marco de la educación" [14] Muchos medios de comunicación también informaron de manera crítica sobre el nuevo negocio principal de la segunda persona más rica del mundo: el negocio de desarrollar y distribuir vacunas. En enero de 2019, el canal de televisión SWR informó: "Los principales donantes, como el fundador de Microsoft, Gates, están imponiendo su programa a la OMS: Más compromiso con las enfermedades infecciosas, menos compromiso con los sistemas de salud de los países pobres y con las causas sociales de las enfermedades... Según su declaración de impuestos para 2015, la Fundación Gates posee acciones de Coca-Cola por un valor de 500 millones de dólares... Además, tiene participaciones en las empresas de alimentos PepsiCo, Unilever, Kraft-Heinz, Mondelez y Tyson Foods; las compañías de alcohol Anheuser-Busch y Pernod; las compañías farmacéuticas GlaxoSmithKline, Novartis, Roche, Sanofi, Gilead y Pfizer... Para la Fundación Gates, esto significa: cuanto más beneficios obtienen estas empresas, más dinero puede gastar en la OMS. Para la OMS significa: Con cualquier acción contra las actividades perjudiciales de las industrias de bebidas dulces, alcohol y farmacéutica, la OMS impediría que la Fundación Gates generara donaciones para la OMS. En resumen, la Organización Mundial de la Salud está en un clásico conflicto de intereses... Las grandes empresas farmacéuticas y de alimentos explotan sin escrúpulos este mismo conflicto de intereses, dice el experto en salud de la India: Arun Sengupta. Y subraya: "Esto es un ataque al sistema de la ONU en su conjunto. Este sistema, que es operado por los Estados miembros con el fin de mejorar la acción gubernamental en todo el mundo, será sustituido por un sistema en el que las fundaciones y empresas privadas desempeñarán un papel decisivo."[15]

La OMS no es una institución científica independiente, sino una autoridad internacional. Sus recursos financieros se basan en donaciones de los Estados Miembros y en contribuciones del sector privado. El mayor donante es la Fundación Bill y Melinda Gates. Quienquiera que se presente a la presidencia de la OMS, primero debe "aliarse" con Gates, como informa Politico, uno de los "medios más importantes de la clase política de Washington. " [16]   [17]

A principios de marzo, la OMS declaró el coronavirus como pandemia. En cuanto a la posterior génesis de la "opinión pública" sobre el coronavirus, hay que señalar que la política siguió a los medios de comunicación y no al revés. Incluso  el documento filtrado del Ministerio del Interior (Alemán), según el cual, entre otras cosas, se debía inculcar a los niños miedo y sentimientos de culpa [18], se limitaba a comentar los hechos posteriormente. El miedo ya estaba ahí. La tarea de la política habría sido dejar que el público participara en el discurso científico y contrarrestar la incertidumbre. Pero al contrario de ello, los gobiernos se montaron en la ola de la pandemia del miedo. Hasta el día de hoy, nadie sabe cómo, por ejemplo, la Agencia Federal de Enfermedades Infecciosas (Robert Koch Institut) generó sus informes especializados. Hay que suponer que la autoridad esté asesorada por epidemiólogos capaces, ¿pero quiénes son? El público debería haberlos conocido y haberse enterado de cómo piensan. Y deberían haber sido invitados a un debate con renombrados epidemiólogos de institutos de investigación independientes. Sin embargo, cuando el Prof. Sucharit Bhakdi, que hasta ese momento era considerado uno de los epidemiólogos más renombrados y que había estado investigando el tema durante más de 30 años, pidió un discurso de este tipo y señaló que el experto oficial y director del Robert Koch Institut no era doctor de medicina sino médico veterinario, acabaron con él con todo tipo de artilugios [19]. El discurso transparente a la altura de los ojos fue sustituido por la autoritaria "evaluación de los hechos". Cuando el médico forense Prof. Klaus Püschel de Hamburgo realizó la autopsia de más de cien supuestas víctimas mortales por el coronavirus y encontró que los hechos no correspondían con la verificación de los mismos hecha por el canal de televisión ARD, entonces este medio invitó a Püschel a una entrevista, en la que el moderador empezó con la pregunta: "¿Usted quita importancia al peligro del coronavirus?" y terminó exigiendo al científico forense que reconociera la pericia científica ilimitada de las autoridades federales [20].

4. Intereses económicos

Ante la amenaza de un nuevo tipo de virus, toda la vida está siendo arrastrada al “nuevo y feliz mundo” digital de Bill Gates & Co. Las empresas digitales están experimentando un crecimiento inimaginable, y recientemente empezaron a ocuparse de prestar atención sanitaria a la humanidad. Bill Gates, que está involucrado en 7 compañías para la producción de vacunas del SARS-COV-19, a la vez, anuncia en la entrevista del ARD: "Eventualmente, la vacuna que se desarrollará, la administraremos a 7.000 millones de personas." [21] Eso es casi toda la población mundial. Y Gates no dice "estamos planeando" o "queremos", sino "lo haremos". El corresponsal del ARD no se sorprendió por semejante certeza. Tampoco preguntó cómo siete mil millones de personas podrían ser vacunadas sin introducir una vacunación obligatoria. Tal vez sospechó cuál sería la respuesta. Porque la economía mundial no sobreviviría un segundo confinamiento. Por otro lado, tampoco es de esperar que los responsables condenen posteriormente las medidas tomadas frente al SARS-COV-19. Es casi imposible que se declare como infundados tales restricciones de gran alcance en las vidas de los ciudadanos y que se asuma la responsabilidad por ellas. Por lo tanto, la única opción es la fuga hacia adelante: el Robert Koch Institut adoptará gradualmente las críticas, y las presentará en parte como "nuevos hallazgos" y en parte como prueba de la eficacia de las medidas. Esto significa, sin embargo, que si se quiere evitar el inevitable bloqueo en el futuro, todo el mundo tendrá que tragarse la vacuna de Bill Gates. Según esta lógica, no son los apologistas del miedo los que ponen en peligro la economía, sino los que ven el virus de manera más objetiva y cuestionan las reacciones exageradas. Por lo tanto, puede que ni siquiera sea necesario introducir la vacunación obligatoria por ley, sino que solo baste con que las empresas la exijan a sus empleados y que ellos se vacunen voluntariamente por miedo a un cierre.

En este contexto, vuelve a ser interesante el juego de simulación de la Fundación Bill y Melinda Gates a partir de octubre de 2019 – simulación que los medios de comunicación "oficiales" no quieren seguir discutiendo, argumentando que incluso los radicales de derecha ya se han enterado de ella. Como resultado de la simulación, la Fundación Gates deduce 7 recomendaciones a los políticos, incluyendo en particular el desarrollo, la compra y la distribución nacional de vacunas. El razonamiento detrás de las recomendaciones, mencionado de antemano en el prólogo de las mismas, es de carácter económico: "La próxima pandemia grave no sólo causará grandes enfermedades y muertes, sino que también tendrá graves consecuencias económicas y sociales que globalmente conducirán a considerables daños. Para prevenir o responder a esas consecuencias, se requiere una cooperación sin precedentes entre los gobiernos, las organizaciones internacionales y el sector privado." [22]

No obstante, hay que tener cuidado con vincular la posible necesidad de vacunación directamente a intereses económicos. Después de todo, en el caso de la gripe porcina, fue suficiente como para persuadir a los gobiernos para comprar productos que luego no llegaron a ser utilizados. Pues, para servir a los intereses económicos ni siquiera era necesaria la vacunación obligatoria. Por el momento, es por tanto más importante señalar que la obligación de los gobiernos de contribuir a la Alianza Mundial para el Fomento de la Vacunación y la Inmunización (GAVI) finalizó y se está renegociando este año bajo el impacto de la crisis de SARS-COV-19 [23]. Esta alianza, una "asociación" entre la OMS, los gobiernos y las empresas farmacéuticas, fue iniciada por Bill Gates en el año 2000 y coordina la demanda mundial de vacunas. Más del 40% del volumen mundial de vacunas es adquirido por GAVI - a precios fijos que fueron previamente negociados con la industria farmacéutica. En 2015, el gobierno alemán prometió aumentar sus contribuciones a 600 millones de euros anuales para 2020, pero esto ya no será suficiente[24]. El 15 de abril de este año, bajo la impresión de la crisis del coronavirus, el gobierno alemán y los gobiernos federales alemanes decidieron ampliar la "asociación" con Bill Gates & Co. y declararon: "El gobierno alemán está apoyando a las empresas alemanas y a las organizaciones internacionales a avanzar en el desarrollo de la vacuna lo más rápidamente posible. Una vacuna es la clave para volver a la normalidad. Tan pronto como se disponga de una vacuna, también deben estar disponibles lo antes posible las dosis suficientes para toda la población." [25]

Se aproxima la Pandemia II. Y las consecuencias económicas de las regulaciones del coronavirus muestran que es imposible reaccionar una segunda vez de esta manera frente a un virus. Gates lo previó y por lo tanto habló de un "sistema" que tendría que ser creado para defenderse de las enfermedades virales. Y cuando Bill Gates añade que el establecimiento de este sistema es el requisito previo para poder volver a tener encuentros interpersonales razonablemente normales en la primavera de 2021, es más que extraño que en la actualidad sólo los "teóricos de la conspiración" parezcan tener problemas con tal declaración. ¿Por qué no se discute críticamente en los medios el Plan Corona del tecnócrata más influyente y el mayor contribuyente de la OMS? ¿Tienen razón los "teóricos de la conspiración" sobre que son los gobiernos, la industria digital, las empresas farmacéuticas y los medios de comunicación los que realmente han conspirado o están conspirando contra la humanidad para abolir los derechos fundamentales, para sofocar el encuentro interpersonal como célula germinal de la libertad, para llevar toda la vida al "espacio" digital controlable y para preparar una vacunación forzosa de la población mundial con una sustancia activa aún desconocida?

5. Reflejos morales

Las empresas digitales y farmacéuticas siempre han influido en la legislación y la opinión pública. Con el establecimiento de las llamadas "asociaciones público-privadas" como la GAVI, esta influencia alcanzó una nueva dimensión. No obstante, la conformidad de los intereses, las políticas y los informes de las empresas no puede explicarse únicamente por esos acontecimientos. El hecho de que las acciones de los diversos actores dejen entrever un sistema común, se debe más bien al hecho de que son lógicos bajo ciertas ideologías básicas y en vista de la amenaza de un nuevo tipo de virus.

Es innegable que el virus pueda ser muy peligroso, especialmente para las personas mayores con graves enfermedades previas. Para estas personas, cualquier logro en el esfuerzo de frenar las nuevas infecciones y asegurar una capacidad respiratoria suficiente, puede al menos prolongar sus vidas.

Para el médico, que tiene que ayudar a cuidar la vida de las personas y al mismo tiempo dispone de los medios y técnicas de salvarlas, la primera prioridad es la de actuar. En este sentido no se puede detener con debates. La vida de la persona concreta con la que está tratando representa el valor más alto para él. En cambio, la política no puede tener otro objetivo que el de preservar la vida de un modo que pone este objetivo por encima de los derechos fundamentales, el desarrollo económico y la libertad cultural. Desde el punto de vista médico, los argumentos políticos (de que más personas pueden morir como resultado del confinamiento, o que la sobrecarga del sistema sanitario se debe a los recortes en el sistema sanitario realizado hace unos años), parece abstracta y fría. Para entender estos contextos, el médico tendría que liberarse de su sensación de responsabilidad moral y analizar “objetivamente” las conexiones entre la vida jurídica, económica y cultural. Sin embargo, esa no es su tarea.

Tal análisis sería la tarea de la política y la sociedad en su conjunto. Pero las imágenes de los enfermos y fallecidos parpadeando diariamente en las pantallas, hicieron que la sociedad adoptase la perspectiva médica, en lugar de una perspectiva social abarcante. Las imágenes transmitidas en directo, con la correspondiente estrechez de miras, posiblemente fueron forzadas por ciertos grupos de interés, pero esto es algo que está en la naturaleza misma de los medios. Incluso si, por ejemplo, se muestran ataúdes en los que de hecho no hay difuntos a causa del coronavirus, tal ilustración de acontecimientos sensacionalistas está dentro del marco “normal” mediático. La gente quiere "ver" el peligro. En cambio, la realidad social sólo se puede comprender mediante el pensamiento. Estamos muy lejos de ello. Lo que "vemos", sin embargo, nos concierne directamente. Y queremos basar nuestras acciones en nuestras supuestas percepciones concretas. El hecho de que las medidas del coronavirus también tienen efectos que van más allá del punto de vista médico, no es de interés para la gente. Por ejemplo, entiende que la hambruna en África puede ser un "efecto secundario" de las medidas, pero también entiende que esto no puede haber sido la intención de los políticos. Lo interpreta como culpa de la economía mundial, de la que la gente ha aprendido que está guiada por una "mano invisible".

Por lo tanto, los defensores de los reglamentos del coronavirus están moralmente en el lado “seguro”, al menos mientras no permitan perspectivas que puedan ampliar el campo de vista hacia las personas económicamente afectadas. Si tuvieran que hacer un balance de las víctimas del virus y las víctimas de las medidas, perderían el norte. En lugar de seguir un imperativo moral, tendrían que desarrollar la imaginación moral – desde ellos mismos y sin orientación en un amplio debate social. Psicológicamente, la supresión de tal discurso sirve para preservar la integridad del Yo y su seguridad moral. Los medios de comunicación, los políticos y los responsables de las multinacionales no son más que cómplices de este instinto humano primitivo de autopreservación. Esta es la verdadera conspiración.

6. Revalorización de los valores

El crítico de las medidas del coronavirus, por otro lado, está en una causa perdida. Puede presentar sus argumentos como quiera - el defensor de las medidas siente con razón que el crítico defiende un valor superior a la preservación o prolongación de la vida de los infectados. Incluso si el crítico de las medidas plantea formas alternativas de proteger a los grupos de riesgo, sigue dando la impresión de que en última instancia no está dispuesto a sacrificarlo todo por ellos. Esto parece inhumano. Por otro lado, en los últimos decenios han muerto millones de personas en nombre de la libertad, el sistema de atención a la salud se vio agobiado por fumadores y bebedores, y millones han muerto de hambre. Entonces, ¿en qué se basa la seguridad moral de los defensores de las medidas? Ellos señalan el dilema moral que se produciría sin los reglamentos del coronavirus. Si por ejemplo se necesitaran más respiradores de los que hay disponibles, habría que preguntarse: ¿a quiénes se les permitirá vivir y quiénes tendrán que morir? El hecho de que nuestro sentido del derecho nos prohíba hacer esta pregunta, es la razón decisiva de la destrucción duradera de la vida económica y social por los reglamentos del coronavirus. Por supuesto, nadie quiere tener que responder a esta pregunta. Esto significa, sin embargo, ignorar que fue necesaria una gigantesca redistribución de los valores económicos para crear las condiciones tecnológicas para una pequeña parte de la humanidad, unas condiciones tecnológicas sin las que no sería posible plantear la cuestión de salvar las vidas en peligro. En tan solo unos pocos países del mundo, la vida humana puede extenderse cada vez más mediante herramientas tecnológicas cada vez más avanzadas, mientras que en otros países millones de bebés están en este mismo momento amenazados de inanición. Y actualmente la razón de esto son los reglamentos del coronavirus de los países ricos. Debido a que están cerrando sus economías, la ya débil economía de exportación de muchos de los países pobres se está derrumbando. Los millones de trabajadores afectados no sólo carecen de papel higiénico, sino también de sus comidas diarias. Si el coronavirus se propaga ahora en estos países, estos millones de personas debilitadas por el hambre estarán entre los grupos de riesgo.

El médico que, en la vieja Europa, trata al paciente que necesita ser ventilado no debe preocuparse por estas cosas. Su primer deber es salvar la vida de su paciente. Por supuesto, debe enfrentarse a un dilema moral a la hora de distribuir ventiladores cuyo número está limitado. Por lo tanto, es comprensible que pida al Estado que subordine toda la vida económica y social al interés de disponer de suficientes respiradores. No es culpa suya que con ello esté preparando una situación aún más cruel. No sabe nada al respecto. ¿Cómo podría? Mucho antes de la pandemia del miedo, la economía mundial se había convertido en un espacio numérico abstracto del que se eliminó el contacto interpersonal. Sin embargo, la moral de este sistema se basa en la misma fórmula que subyace a toda la moralidad contemporánea. Esta fórmula reza: “luchar por la mayor felicidad y el mayor bienestar posible para la mayor parte posible de la humanidad.”

Hoy en día, la búsqueda más o menos consciente de un máximo de felicidad y bienestar para la mayor parte posible de la humanidad, determina qué impulsos se consideran buenos y qué acciones se consideran sociales. La fórmula define el bien como el bienestar físico, y sopesa la "felicidad" con el número de personas que tienen acceso a ella. Cuanta más gente participe del bienestar, tanto menor será; y cuanto mayor sea la felicidad, menos gente será feliz. ¡No podemos salvar a todos! Este es el cálculo global, frente al cual el dilema moral del médico sólo es una pequeña parte. El crecimiento de la población, la tasa de natalidad y la inmigración se ponen en relación con el nivel de "salud" alcanzable. Sin embargo, el nuevo biologismo no es un racismo filosófico, sino la expresión de una actitud internacional. De todos modos sigue siendo biologismo, y como tal considera a la humanidad como la suma de los cuerpos físicos y, por lo tanto, pone el bienestar físico en primer plano. Aun así no deja de ser un racismo estructural en la práctica. Las naciones ricas, que han alcanzado una esperanza de vida desproporcionadamente alta, especialmente a expensas de África, se están desvinculando de la economía mundial para proteger a sus ancianos enfermos, y al hacerlo están ignorando el hecho de que, económicamente hablando, la humanidad tiene que ser entendida como un solo cuerpo.

7. La vida eterna

Bill Gates no quiere el mal, sino el bien en términos de nuestra moralidad contemporánea. Quiere la mayor felicidad posible para la mayor parte de la humanidad. Y no está solo. Silicon Valley, incluyendo las cinco corporaciones más poderosas del mundo, están trabajando con espíritu misionero para salvar a la mayor parte de la humanidad de la enfermedad, la vejez y la muerte. Todas las grandes compañías digitales tienen sus instituciones de investigación, y algunos de sus fundadores incluso donan todos sus activos para retrasar o prevenir el envejecimiento. El multimillonario fundador de Paypal, Peter Thiel, explica: "El gran negocio inconcluso del mundo moderno es transformar la muerte de un hecho de la vida en un problema a resolver - un problema que espero contribuir a resolver de cualquier manera que pueda." [27] La revista Focus informa sobre la "nueva religión": "Que todos tenemos que morir era algo generalmente aceptado hasta ahora. Las religiones prometen una continuación en el cielo o la posibilidad de renacer como sustitución de la vida en la Tierra. Pero la fe reconfortante ya no es suficiente para muchas personas hoy en día. Particularmente alrededor de Silicon Valley, se ha desarrollado una nueva religión que renuncia a Dios y en su lugar adora las posibilidades de las biotecnologías. El transhumanismo o superbiología, como se llama a estos movimientos, está siendo disparado por los visionarios de la industria de Internet. Creen que se puede comprar todo, incluso la vida eterna... El co-fundador de Google y presidente de Alphabet, Sergey Brin, de 45 años, un informático de origen ruso, marcó la pauta. "No tengo intención de morir", dijo, e invirtió su capital en Calico. Su riqueza privada se estima en 47.800 millones de dólares. El otro co-fundador de Google, Larry Page, de 45 años, CEO de Alphabet, también está involucrado, dueño de 49.000 millones de dólares. Y hay más superestrellas de la industria que también son reacias a morir: El director general de Amazon, Jeff Bezos, de 54 años, el director general de Tesla, Elon Musk, de 47, y el director general de Oracle, Larry Ellison, de 74, también invirtieron en la investigación de la inmortalidad [...] Ray Kurzweil, director tecnológico de Google tiene 70 años, pero parece mucho más joven. Lo atribuye al hecho de que traga unas 90 píldoras al día. Entre ellos la metformina para sus problemas de diabetes, el omega-3 para el corazón, Q10 para la piel, la lecitina para el cerebro. Pero en realidad cree que el cuerpo es sólo un obstáculo para la inmortalidad. Con el tiempo, nanorobots del tamaño de un glóbulo sanguíneo patrullarán nuestras venas, repararán todos los daños causados por el envejecimiento y conectarán nuestros cerebros de forma inalámbrica a la nube. "Entonces", dice Kurzweil, "ya no necesitaremos el cuerpo, es un anacronismo. Seguimos existiendo desmaterializados. Si después de todo se sigue necesitando un cuerpo, se alquila un robot humanoide, como se alquila un coche hoy en día en Drive Now o Car2Go..." [28]

En Silicon Valley se está trabajando en dos grandes objetivos humanos: 1. La eliminación de la necesidad de contacto interpersonal por medio de la tecnología apropiada ("digitalización") y 2. La extensión de la esperanza de vida de los cuerpos ahora aislados a través de su optimización tecnológica. Desde la crisis del coronavirus, todos podemos experimentar de primera mano cómo se entrelazan estos dos campos de trabajo de Silicon Valley. La vida social se está transformando de golpe en un reflejo exacto de la mentalidad de los tecnócratas. Sin embargo, este acuerdo no tiene su origen en una conspiración, sino en el hecho de que la humanidad forma una comunidad moral con los tecnócratas. Porque la humanidad tiene que hacer frente a dos grandes enigmas de la vida: la vida social por un lado y la muerte por el otro. Y las cinco corporaciones más poderosas del mundo están comprometidas a encontrar soluciones tecnológicas a estos dos problemas. Al hacerlo, están captando los impulsos primarios de la humanidad moderna. Este es el vínculo secreto entre ellos y el pueblo, el fundamento moral-espiritual en el que los valores de las sociedades "liberales" y "democráticas” anteriores pueden revalorizarse ahora. El miedo de los tecnócratas a la muerte es tan contagioso como su oferta de liberarnos de los enredos de las relaciones interpersonales y hacer invulnerable  al cuerpo.

8. El origen de la inteligencia

Bill Gates puede ser un brillante manipulador y estratega. Pero su verdadero poder no se basa en una "conspiración", sino en el hecho de que quiere el bien en el sentido de que lo quiere también la actitud materialista general de nuestro presente. En este sentido, sus planes son muy sugestivos para todo el mundo. Incluso el método anteriormente mencionado en el ejemplo del canal de televisión ARD Fact Finder (información selectiva y distorsión de las críticas, para establecer de antemano las respuestas a críticas futuras), no tiene por qué haberse usado mediante un previo acuerdo. Es cierto que es posible que Bill Gates, en relación con la mencionada entrevista exclusiva, haya puesto ciertas condiciones. Por ejemplo, que el entrevistador sea miembro de redes de cierta ideología, o que el intendente haya actuado con obediencia anticipada. Sin embargo, lo más probable es que el entrevistador sea una persona con necesidad de armonía. Posiblemente le gusta la imagen de Gates y Merkel estando reunidos, planeando el rescate del mundo, mientras que otras interpretaciones de los eventos le pondrían nervioso. También es posible que otras personas de su entorno se sientan de manera similar, y que tengan un interés natural en mantener el estado emocional que les es cómodo. Como resultado, el actuar del entrevistador parece condicionado, sin que nadie haya formulado un "plan". Esto significa que, sólo porque algo tiene un método, no tiene porque ser producto consciente del cerebro. Esto apunta al error general que cometen los teóricos de la conspiración. Con razón, critican la forma en que ciertas personas o instituciones distorsionan los hechos. Como esto tiene un método y concluyen que sucede conscientemente. ¿Dónde tiene su origen la inteligencia, si no es en el cerebro humano?

Los reglamentos del coronavirus crearon hechos. Estos llevan una vida propia independiente del propósito humano, que puede estar asociado a ellos. Los hechos despliegan sus efectos en todas las direcciones. De este espectro de efectos, la conciencia humana filtra sólo aquello con lo que sabe relacionar sus propósitos. Los defensores asocian las medidas con el propósito de frenar la propagación del virus y evitar así una sobrecarga de los hospitales. Los críticos se quejan de que las medidas no son en absoluto apropiadas para combatir el virus. Otros asumen que la abolición parcial de los derechos humanos y la creación de un pánico mundial son los verdaderos propósitos. Un poco de conocimiento de la historia es suficiente para admitir que este punto de vista no debe quedar excluido de la discusión. Todos los puntos de vista tienen su justificación. Sin embargo, todos solo rascan la superficie de los acontecimientos, ya sea con o sin crítica. Las capas más profundas sólo se hacen visibles cuando se suprimen los conceptos de propósito, finalidad y objetivo, y con ellos también la cuestión de lo correcto o erróneo de las medidas, considerando en su lugar la nueva situación como tal.

¿Qué ha cambiado en la vida de las personas como resultado de la nueva situación, y qué consecuencias tiene esto para el desarrollo ulterior de la humanidad?

9. La génesis de una ideología

La gente vive con el temor de que en el encuentro de persona a persona, unas partículas muy pequeñas puedan saltar de un cuerpo a otro. Como he dicho antes, no importa aquí, en primer lugar si esta preocupación está justificada o no, sino sólo el hecho de que la misma existe. En casi todos los países del mundo se insta a las personas a no tener contacto con otras, y cuando esto sea inevitable, a mantener el distanciamiento o a usar mascarillas. En consecuencia, la conciencia se dirige al aspecto puramente material del encuentro. La otra persona se percibe principalmente como un cuerpo en el espacio y el tiempo, experimentando también la propia fisicalidad más conscientemente. Muchos temen la infección, y asociado con ella, el riesgo de muerte. Se puede observar cómo los movimientos están condicionados por este miedo, por ejemplo cuando alguien tose fuerte en el metro. En tales momentos las acciones son controladas por el impulso reflejo para asegurar la propia supervivencia, es decir, por el miedo. Pero este último es la forma más antigua de egoísmo. En el momento de la sensación de miedo, la conciencia está limitada a proteger la propia vida física. El alma se contrae, se solidifica en lo físico-corporal, por así decirlo. Además, las personas que ahora están aisladas buscan formas técnicas de compensar la pérdida del aspecto físico del encuentro, por ejemplo mediante señales acústicas y ópticas por videoconferencia y similares. Estos ejercicios compensatorios refuerzan la actitud de centrarse en el aspecto puramente material del encuentro interpersonal. Esto significa: independientemente de ser correctas o incorrectas, que psicológicamente las medidas reducen la conciencia al aspecto físico-corporal de la existencia.

En todo el mundo se está perdiendo el encuentro humano en el espacio y el tiempo, éste se reemplaza por una "red digital". Los individuos, aislados unos de otros, forman necesariamente un concepto abstracto de comunidad. La otra persona ya no es percibida en el encuentro, y se reduce a una imagen pensada. "Todos", se dice, debemos unirnos para frenar la propagación del virus y proteger a los "grupos de riesgo". ¿Pero quiénes son estos "todos", quiénes somos "nosotros"? Si calculamos que tantas personas han muerto, tantas personas podrían salvarse, adaptamos una perspectiva de "comunidad" que equivale a "masa", es decir, una suma de cuerpos físicos. Lo social es lo que sostiene la vida como tal. Contrario a este principio humano, el que busca ahora el encuentro es considerado irresponsable por actuar de forma poco social y por poner en peligro la vida de otros. A través de las medidas globales del coronavirus, el concepto de comunidad como la suma de los cuerpos humanos se convierte así en la autoconciencia colectiva; entonces, la "sociedad" se entiende cada vez más en términos biológicos.

Sin embargo, el nuevo biologismo difiere del biologismo nacionalsocialista. Los nacionalsocialistas redujeron la autocomprensión de la comunidad a características biológicas, haciendo que la autocomprensión y autoconciencia se generase mediante el miedo a la odiada "raza" ajena; en cambio, el nuevo biologismo se refiere a la raza humana como tal. No se basa en el temor a la contaminación genética por una "conspiración mundial judía", sino en el reflejo ante una amenaza inmediata a la vida como tal. Bill Gates explica: "La pandemia del coronavirus pone a toda la humanidad en contra del virus... Esto es como una guerra mundial, excepto que en este caso todos estamos del mismo lado."[29] En términos de psicología de masas, esto afirma la misma perspectiva que se generó por primera vez con la crisis del calentamiento global: el más alto propósito de la comunidad es la preservación de la vida humana como tal.

10. La resistencia

Las voces críticas ven en el hecho de que la población sea habituada a una suspensión parcial de los derechos humanos, un ejercicio preliminar con el propósito de establecer las futuras estructuras de poder. Sin embargo, un enfoque más fenomenológico, como se ha propuesto anteriormente, revela que los efectos educativos populares de los reglamentos del coronavirus van mucho más allá. Los hechos creados forman en el subconsciente la base ideológica para una completa revalorización de los valores. Así como la digitalización y el desarrollo de vacunas están entrelazados en la obra de Bill Gates, el aislamiento de las personas está interiormente conectado con la creación de una nueva sensación de comunidad y de unos conceptos morales basados en ella.

En el sistema de esta visión del mundo, la libertad y la democracia dejan de ser valores independientes, más bien reciben su valor por gracia del sistema. Así es posible que nadie tenga que ser forzado (o obligado a vacunarse), y que el ciudadano se quite la libertad a sí mismo e incluso se cosa su símbolo personal de súbdito: la mascarilla, el protector bucal, la tapa de la boca. Dado que este comportamiento es convincente no en la conciencia sino por medio de los hechos creados, no basta con combatirlo teóricamente defendiendo los ideales de libertad y democracia. Es mucho más importante que en el futuro se generen hechos que contrarresten la tendencia de ideologizar a la sociedad.

¿Dónde, entonces, hay algo en la coexistencia humana que podría tomarse y fortalecerse como un polo opuesto a la "nueva religión" de Silicon Valley?

En el encuentro concreto de persona a persona se supera cada vez el biologismo en el que se fundamenta el Silicon Valley. Porque cuando las personas se enfrentan en el espacio y el tiempo, el Yo, en cuanto de identifica a sí mismo con el cuerpo, experimenta una incertidumbre existencial en cada contacto con el otro. Lo que en la situación de confinamiento inconscientemente se cuenta como perteneciente al Yo, a saber, las peculiaridades físicas, las disposiciones psicológicas y la suma de pensamientos y sentimientos, todo ello se pone en movimiento en el encuentro con el otro, experimentándose más bien como una cáscara, como un instrumento para un ser superior. Sin embargo, la esencia del Yo que se revela en lo físico no puede ser concebida como presente en el espacio y el tiempo; más bien se experimenta como una totalidad que no coincide con este o aquel atributo físico externo a través del cual se manifiesta. El verdadero encuentro en carne y hueso pone en movimiento interior a los que forman parte del encuentro, y señala el misterio del ser humano. La humanidad no es una especie, sino cada ser humano es una especie en sí mismo. Y es en esta experiencia, en la que se basa el sentido de la dignidad humana en términos de nuestros derechos humanos.

En la simulación de encuentros humanos a través de medios digitales, esta experiencia no ocurre. Cada participante es un mero espectador, aunque "interactúe". Admito que puedo decirme a mí mismo: también hay un ser humano sentado al otro lado del cable hundido en el océano. Pero eso es sólo un pensamiento. La estructura interna de mi autoconciencia habitual no se ve afectada, y no me pongo en movimiento espiritualmente. Por otro lado es cierto que tengo pensamientos, tal vez incluso más agudos que en la presencia física de la otra persona. Y este es el otro lado de la misma relación: en el aislamiento, el espíritu aparece como intelecto. Trato de regular las relaciones con mis semejantes desde el intelecto. Escribo un correo electrónico lo más preciso y razonable posible. El otro devuelve un mensaje de enfado. Intento aclarar el malentendido. ¡Pero se pone cada vez peor! Tal vez miro mi primer correo electrónico de nuevo y me doy cuenta de que definitivamente contenía una palabra poco respetuosa que podía ofender a la otra persona. Pero al mismo tiempo pienso: e incluso si es así, es sólo un detalle que no debería ofender tanto a la otra persona. Bueno - en el encuentro real en el espacio y el tiempo, el mismo problema probablemente no habría surgido. O por lo menos no habría causado complicaciones tan pesadas. En el encuentro directo, probablemente habría formulado las cosas de forma diferente y bajo la impresión de la persona presente. Habría experimentado la sensación inmediata de tener que dar a mis palabras un giro distinto. Sin embargo, frente a la pantalla, esto es imposible, porque allí cada persona está realmente sola consigo misma. La ira, el amor propio, el egoísmo, el odio – todo ello queda sin corrección interior. Y estas fuerzas anímicas son en verdad el subsuelo inconsciente en el que brota la intelectualidad. En la sociedad digitalizada, el concepto de comunidad se forma a partir de esta intelectualidad, y en mayor medida ahora, a través del encierre. Esta es una enfermedad que se propagó mucho antes que el coronavirus, es decir, una enfermedad que experimentamos como la creciente polarización de la sociedad, porque cualquiera puede encerrarse en su burbuja de información, de confort. No es posible que se produzca conversación alguna entre los supuestos "investigadores fácticos" y los "teóricos de la conspiración", porque la "sociedad de la información" digitalmente generada no amplía en absoluto la visión, sino que la reduce a lo que es accesible a las propias inclinaciones. El ser humano está, por así decirlo, mentalmente relegado al sistema físico-corporal de los reflejos, que es precisamente el sistema para el que la medicina materialista quiere prolongar la vida cada vez más.

11. La decisión

Al igual que la comunidad no es la suma de los cuerpos físicos, lo que piensa el Yo aislado no es el espíritu. Más bien, el espíritu se desarrolla de persona a persona a través del encuentro concreto. Y lo que vive espiritualmente entre los presentes es el comienzo de la vida social. El ser humano en general que vive en cada uno de nosotros, se realiza sólo en el encuentro. Es más que la suma de sus partes. La vida social es, por tanto, exactamente lo contrario del concepto de comunidad que implica la pandemia del miedo y del que se deriva actualmente el comportamiento supuestamente "social". Un conjunto de cerdos es una manada, una comunidad de cerdos. En cambio, un conjunto de personas todavía no puede ser considerado una comunidad de personas.  Lo que conecta a las personas con una comunidad no son sus características físicas. Más bien, el aspecto verdaderamente humano de la comunidad se genera sólo en el encuentro interpersonal. Y tampoco se genera cuando las personas están reunidas en videoconferencia.

Las videoconferencias pueden ser muy útiles, pero nunca pueden reemplazar el encuentro de persona a persona en el tiempo y el espacio. Hace unos 20 años este problema ya entró en la conciencia pública. Luego desapareció de nuestros pensamientos y sentimientos. Más tarde, en vista de las posibilidades cada vez más virtuales de "encuentro", se planteó en su momento la pregunta: ¿qué distingue al ser humano virtual del ser humano de carne y hueso? ¿Cuál es la diferencia entre un encuentro real y su perfecta simulación? En resumen: ¿qué es realmente la "presencia", qué más hay en el espacio además de la materia que afecta a mis sentidos? Mientras tanto, nos hemos acostumbrado al “nuevo mundo feliz”. Las fronteras entre el ser humano y la máquina se han difuminado, y el problema básico de la nueva humanidad ha sido prácticamente olvidado. Ahora la digitalización está avanzando a pasos agigantados, y es precisamente en este momento que el coronavirus nos enfrenta a la pregunta casi olvidada: ¿cuál es el valor de los encuentros reales en el espacio y el tiempo? Si, como creen los biólogos, el ser humano actual difiere del virtual sólo por la estructura física-sensible, los dos pronto serán indistinguibles.

Quien quiera convertir a la humanidad en una manada de mamíferos buscará prevenir los encuentros individuales. Definirá la comunidad como la suma de los cuerpos físicos y hablará de lo social como conjunto de reglas que sirven para proteger estos cuerpos. De este modo, el concepto de la democracia pierde su contenido real, porque un sano sentido de la justicia sólo puede desarrollarse en la otra persona físicamente presente. Así que si hay una consecuencia positiva que se puede sacar de la crisis, es esta: tenemos una oportunidad única para despertar a la realidad espiritual de la otra persona y el valor de encontrarnos con ella en el tiempo y el espacio.

Bill Gates es un verdadero representante de la humanidad. Le ha dado a la humanidad increíbles posibilidades técnicas. Pero él concibe el mundo de la manera en la que uno debe concebirla forzadamente desde la perspectiva materialista: como si fuera la programación de un sistema operativo. Y mientras Bill Gates pretende salvar a la especie humana de la extinción, lo que nos toca a nosotros es salvar a la humanidad de ser reducida al “género humano”. El Covid-19 no será el último virus en amenazar la vida humana. Llegará un futuro en el que cada encuentro real conllevará un riesgo. Entonces tenemos que decidir: ¿queremos prolongar la esperanza de vida de los cuerpos humanos al precio de que dejará de haber seres humanos que pueden vivir en estos cuerpos, o queremos preservar el ser humano y aceptar la enfermedad y la muerte como un hecho de la vida? En otras palabras, ¿cuál es el fin de la comunidad humana?

 

Traducción: Michael Kranawetvogl

Revisión: Ernesto Castro Lillo

 

Notas

[1] https://www.wsj.com/articles/the-coronavirus-pandemic-will-forever-alter-the-world-order-11585953005

[2] https://www.gatesnotes.com/Health/Pandemic-Innovation

[3] https://www.spiegel.de/wirtschaft/soziales/weltwirtschaftskrise-iwf-rechnet-wegen-corona-pandemie-mit-schwerster-krise-seit-der-grossen-depression-a-7ef62a83-683f-4bbe-b529-7b10a3e0c844

4] https://www.welt.de/wirtschaft/article207092745/Corona-Pandemie-Rezession-beschert-der-Welt-die-noch-groessere-Katastrophe.html Véase también: https://de.euronews.com/2020/04/22/un-warnen-welt-droht-wegen-corona-eine-hunger-pandemie-von-biblischen-ausma-en

[5] Frankfurter Woche, 17.04., p. 37

[6] Ibid.

7] https://www.uke.de/kliniken-institute/zentren/universitäres-herzzentrum-(uhz)/about-the-centre/news press reports/index.html

[8] https://www.hessenschau.de/panorama/corona-angst-herzinfarkt-patienten-trauen-sich-nicht-zum-arzt,weniger-notfaelle-corona-krise-100.html

[9] https://www.statnews.com/2020/03/17/a-fiasco-in-the-making-as-the-coronavirus-pandemic-takes-hold-we-are-making-decisions-without-reliable-data/

[10] https://www.tagesschau.de/faktenfinder/feindbild-gates-101.html

[11] Ibid.

12] https://www.centerforhealthsecurity.org/event201/ Véase también el juego de negocios de junio de 2019: https://www.msn.com/de-de/nachrichten/wissenschaft/bill-gates-sagt-dass-eine-krankheit-im-anmarsch-ist-die-in-sechs-monaten-30-millionen-menschen-töten-wird/ar-AABN8d5?li=BBqg6Q9&fdhead=CS-INT-EXP-C

[13] https://www.centerforhealthsecurity.org/event201/recommendations.html

[14] https://www.gew.de/index.php?eID=dumpFile&t=f&f=91790&token=76e262551195777636f30dc9c5d78ceccf8db8bf&sdownload=&n=DigitalIndustrieBB-2019-A4-web.pdf

[15] https://www.swr.de/swr2/programm/download-swr-14102.pdf

[16] https://de.wikipedia.org/wiki/Politico

[17] https://www.politico.eu/article/bill-gates-who-most-powerful-doctor/

[18] https://www.focus.de/politik/deutschland/aus-dem-innenministerium-wie-sag-ichs-den-leuten-internes-papier-empfiehlt-den-deutschen-angst-zu-machen_id_11851227h.html

[19] https://swprs.files.wordpress.com/2020/03/sucharit-bhakdi-letter-merkel.pdf Siehe auch: https://www.youtube.com/watchv=dwJSNPz_8uk?

[20] https://www.youtube.com/watch?v=170lOpoIu-k

[21] https://www.tagesschau.de/ausland/gates-corona-101.html

[22] https://www.centerforhealthsecurity.org/event201/recommendations.html

[23] https://www.wallstreet-online.de/nachricht/12437126-roundup-2-impfallianz-gavi-regeln-zugang-corona-impfstoff

[24] https://www.bundesregierung.de/breg-de/aktuelles/impfschutz-fuer-300-millionen-kinder-434580

[25] https://www.bundesregierung.de/breg-de/aktuelles/bund-laender-beschluss-1744224

[26] https://www.ted.com/talks/bill_gates_the_next_outbreak_we_re_not_ready? Vergl. auch: https://www.vox.com/coronavirus-covid19/2020/4/27/21236270/bill-gates-coronavirus-covid-19-plan-vaccines-conspiracies-podcast

[27] https://t3n.de/news/silicon-valley-tod-ueberwinden-638284/

[28] https://www.focus.de/magazin/archiv/wissen-im-silicon-valley-suchen-milliardaere-nach-dem-heiligen-gral-der-unsterblichkeit-fuehrt-sie-dieser-nacktmull-zum-ewigen-leben_id_9961897.html