Alma consciente. Retos en lo social

 

Alma consciente.  Retos en lo social

 

Índice

Época del alma consciente -- frentes de combate para el individuo

El despertar del alma consciente frente a las experiencias de crisis y destrucción

Alma consciente e ideales sociales

 

 

La sociedad, la conciencia individual y social del ser humano han pasado por épocas culturales anteriores, constituyentes para nuestra época actual. (véase también en este glosario: “Sociedad trimembrada - origen y evolución”).

Rudolf Steiner llama a la época actual la época del alma consciente, en la que la evolución de la sociedad depende más que nunca de la evolución de los Yoes individuales. Dependemos de si el individuo sabe cómo afrontar los obstáculos en la sociedad, las dificultades en lo social y humano, las limitaciones personales y las fronteras en el conocimiento de los conceptos e ideales sociales.

 

Época del alma consciente -- frentes de combate para el individuo

"En este tiempo en el que este problema se impone con tanta fuerza, los hombre tienen que pasar por una de sus pruebas más duras: la prueba de tener que encontrar su camino hacia el espíritu con su propia fuerza interior. Hoy día no podemos esperar revelaciones a no ser que las busquemos libremente, pues desde mediados del siglo XV vivimos en la época del alma consciente, la época en la que todo ha de hacerse consciente."

Rudolf Steiner, El aspecto interior de la cuestión social, conferencia del 4 de febrero de 1919, GA 193.


En sus conferencias sobre la sintomatología histórica, Rudolf Steiner dilucida que el impulso histórico-cultural de la conciencia reside en la gradual emancipación de la personalidad con el fin de que se fundamente en sí misma y se posicione conscientemente en la vida religiosa y política. Este proceso evolutivo lo muestra en fenómenos históricos como las disputas religiosas que surgieron por primera vez en la edad moderna, la fundación de ciudades libres en Europa Central entre los siglos XIII y XV, la aparición del parlamentarismo inglés, la proclamación de los ideales sociales en la Revolución Francesa y el liberalismo de la Revolución Alemana en el siglo XIX, que perseguía el ideal de asegurar que cada persona gozara de una aceptación igualitaria en el conjunto social.

“En aquel momento, se inoculó en el ser humano un concepto muy específico de la libertad individual, de la valoración del Yo individual. Si miramos a la Edad Media Temprana, todavía encontramos en todas partes que el valor del ser humano individual se mide en cierto modo por la forma en que se encuentra colocado en la sociedad. Uno hereda de la familia el rango y posición social, y en virtud de estas cosas que no están conscientemente conectadas con el Yo, uno obra y trabaja en el mundo. Sólo más tarde, a medida que se expandieron el comercio y los inventos y llegaron los descubrimientos modernos, también la conciencia del Yo comenzó a expandirse, pudiéndose observar que en todas partes del mundo europeo fue apareciendo el reflejo del incipiente alma consciente, que se manifestó en una nueva manera específica de  constituir las ciudades y otras cosas similares”.

Rudolf Steiner, El Evangelio de San Juan, décima conferencia.

Steiner habla de una "rebelión de la personalidad" que se hace notar "hasta las profundidades de la confesión religiosa" y resume este rasgo que caracteriza la época del alma consciente con el concepto de “individualismo”. Otras características de la época del alma consciente son el pensamiento científico, la sociedad industrial y la moderna economía financiera, la colonización y la resultante globalización, así como los sistemas modernos de circulación y comunicación.  (Sintomatología histórica, tercera conferencia, GA 185)

Todos estos desarrollos, según Steiner, han producido una "cultura mecánica muerta" que, sin embargo, en respuesta a ella, da la oportunidad de desarrollar el alma consciente. A través de la confrontación con la muerte y el mal, el contemporáneo de la época del alma consciente puede desarrollar dentro de sí las contrafuerzas que lo llevan al pleno despliegue de las facultades de la conciencia.

 

El despertar del alma consciente frente a las experiencias de crisis y destrucción

El pensamiento científico que ha marcado la cultura moderna caracterizada por los logros tecnológicos es el factor central en el desarrollo del alma consciente, un factor que lleva al ser humano a la confrontación con las fuerzas de la muerte y el mal.

“He tratado de hacer entender a todo el mundo de que lo que nos permite pensar de manera consciente son los procesos de destrucción, degradación y muerte del organismo. […] Nos hemos hecho seres inteligentes mediante los procesos de degradación en nuestros cerebros. Y la época del alma consciente tenía que darle al ser humano la oportunidad de enfrentarse a la experiencia de la degradación y muerte en el entorno externo. No se da el caso de que el pensamiento moderno y autoconsciente haya madurado por haber sido sostenido por procesos de plena vida; al contrario, lo más íntimo del ser humano, el pensamiento autoconsciente, maduró y prosperó por los procesos mortales de la tecnología, la industria y el contexto financiero modernos. Esto fue lo que exigía la vida en el alma consciente”.

Sintomatología histórica, tercera conferencia, GA 185

El despertar frente a la realidad externa es tanto más intenso cuánto más crítica se presenta la realidad. Steiner habla de estas dependencias en tiempos de guerra (Primera Guerra Mundial), posguerra y crisis. Son aprendizajes para el alma consciente en desarrollo.

“Nuestro sistema nervioso desarrollado, el sistema cerebral, está en proceso de constante degradación. La degradación es parte del mundo. Es responsabilidad del ser humano familiarizarse con estas fuerzas de desvitalización y necrotización. Sin prejuicio y con imparcialidad, debe decirse a sí mismo: en el camino que recorremos en la época en la que el alma consciente debe despertar plenamente, las fuerzas de desvitalización y necrotización entran en acción más que nunca. A veces estas fuerzas se concentran y consolidan, y la consecuencia puede ser lo que se ha producido durante los últimos cuatro años y medio”.

La exigencia social fundamental de nuestra época. Octava conferencia, GA 186. 

La experiencia de las fuerzas destructivas en el exterior se realiza mediante el contacto físico corporal con las máquinas de producción industrial. El ser humano despierta en el escenario industrial que ha producido, un escenario que culmina en el contacto mortal con la maquinaria de guerra.

En otras palabras, la época del alma consciente es la época de la libertad, que incluye la libertad de errar, pero también la libertad de ganar una clara conciencia de las fronteras del conocimiento de tendencias sociales perjudiciales y beneficiosas.

 

Alma consciente e ideales sociales

“Esa es la tarea de esta época [del alma consciente], que se adquieran para los cuerpos la fraternidad, para las almas la libertad, para los espíritus la igualdad. Pero en la Revolución Francesa, esta espiritualidad más íntima del quinto período post-atlántico aparece sin esta visión, y mezclando todo [los tres miembros del ser humano y el significado de los tres ideales sociales] tumultuosamente.

Ante estas tres palabras, no se entiende bien la naturaleza del alma del quinto período post-atlante, lo que dificulta establecer un cuerpo social externo, y básicamente lleva de confusión a confusión. Pero a pesar de la imposibilidad de lograr organizar un cuerpo social externo, sigue viviendo como una exigencia en el alma, como algo extraordinariamente significativo.” 

Sintomatología histórica, segunda conferencia, 19 de octubre de 1918, GA 185.

 

Véase también en este glosario:

Ideales sociales – su realidad espiritual

Ideales sociales -- cuerpo alma y espíritu

 

Autor/traductor: Michael Kranawetvogl